Les traemos un extracto del ahorro económico que nos puede traer el mejorar la eficiencia energética en nuestros hogares.
- Algunas medidas de ahorro y eficiencia energética en el hogar no implican ningún coste para el consumidor y permiten ahorros importantes
- Medidas como mejorar el aislamiento del edificio e instalar una caldera de condensación, aunque suponen una mayor inversión, permiten ahorros que justifican la inversión
- Existen falsos mitos alrededor de la eficiencia energética que impiden a los usuarios llevar a cabo buenas prácticas y reducir su consumo
A continuación listamos una serie de medidas que se pueden poner en práctica en los hogares con el fin de obtener un ahorro importante para la economía familiar y, a su vez, cuidar del medioambiente. Algunas de estas medidas se pueden realizar sin coste alguno, aunque otras requieren una planificación del gasto según las circunstancias particulares de cada familia. Utilizar los recursos de forma eficiente ayuda a proteger el medioambiente y también nuestro bolsillo.
Medidas de ahorro energético que se pueden realizar en el hogar con una inversión baja o nula:
1. Aislar bien la vivienda: reparar y sellar huecos y grietas en los cajetines de las persianas, juntas, etc. Buena parte del esfuerzo energético para adecuar la casa a una temperatura confortable se pierde por un mal cerramiento de puertas y ventanas.
2. Instalar termostatos y temporizadores en los aparatos de calefacción. Programar la calefacción o el aire acondicionado para que se ponga en marcha un poco antes de que los habitantes lleguen a la vivienda y mantener la temperatura estable gracias a un termostato puede llevar a un ahorro de alrededor de un 10-12% del gasto en calefacción.
3. Sustituir bombillas incandescentes por lámparas LED. Con esta medida, el ahorro energético puede significar bastante, aunque suponga un desembolso inicial el cambio de bombillas. Además, este tipo de lámparas tiene una duración mucho mayor que las tradicionales.
4. No tapar las fuentes de calor con cortinas, muebles o elementos que impidan emitir el calor. Por el contrario, sí es recomendable usar cortinas y persianas para tapar posibles lugares de pérdida de calor, sobre todo por la noche. Una temperatura de 21º es suficiente para mantener un ambiente confortable, cada grado adicional incrementa un 7% el consumo.
5. Ajustar la temperatura del refrigerador y usarlo eficientemente. Es importante no comprar un refrigerador más grande de lo necesario, colocarlo en un lugar fresco y regular su temperatura interior entre 3º y 7º (la del congelador entre -20º y -18º). Hay que mantener la parte trasera ventilada y sin polvo, además de eliminar la escarcha, ya que bastan 2 milímetros para aumentar un 10% el consumo de energía.
6. Hacer un uso eficiente de los electrodomésticos. Se recomienda poner la lavadora o el lavavajillas cuando esté la carga completa y no dejar los electrodomésticos en modo de espera o standby si no se hace uso de ellos: es mejor apagarlos o desenchufarlos. El modo de espera aumenta el consumo de los electrodomésticos hasta un 7%.
7. Reducir la temperatura al lavar y secar la ropa. Rara vez hace falta agua muy caliente: lavando la ropa a 40º en vez de a 60º se puede ahorrar hasta un 55% de energía. Igualmente, una correcta elección del programa de lavado proporcionará ahorro de energía, de agua y una mayor duración de las prendas.
Otras medidas de más difícil valoración económica, pero igualmente recomendables son:
- Realizar un mantenimiento adecuado de los electrodomésticos y limpiarlos regularmente, lo que además alargará la vida de los aparatos.
- No abrir las ventanas con la calefacción encendida: bastan 15 minutos para ventilar una habitación. Lo mejor es hacerlo en las horas del día en que la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del hogar es la menor posible.
- Ajustar el consumo de luz a la actividad que se realice: ver la televisión no precisa la misma iluminación que leer. Además, mantener las bombillas y pantallas limpias también ayudará a que se necesite menos cantidad de luces encendidas.
- Utilizar ropa de abrigo, preferiblemente varias capas de ropa más fina. Si se combina esto con algo de actividad física, puede evitarse subir la temperatura de la calefacción.
Consejos para el ahorro de agua en el hogar:
Algunas medidas para ahorrar en este concepto son:
- Siempre es mejor ducharse que bañarse. Se necesitan 100 litros de agua para una ducha y 250 litros para un baño. Esto significa que ducharse supone un ahorro medio de 400 litros por día y hogar.
- Cerrar el grifo al lavarse los dientes y/o afeitarse. Se pueden malgastar hasta 30 litros de agua por usuario y día.
- Reparar las posibles fugas. Un inodoro con una fuga puede gastar hasta 200.000 litros al año. Igualmente un grifo que gotee puede suponer un desperdicio de 30 litros al día.
Falsos mitos sobre el ahorro energético
– Dejar la calefacción todo el día encendida a baja temperatura gasta menos que encenderla y apagarla
Falso: dejar la calefacción encendida, aunque sea a una temperatura moderada, supone un gasto más elevado que encenderla solo cuando la casa esté ocupada. Si se quiere tener la vivienda caliente antes de llegar basta con instalar un termostato que encienda la calefacción a la hora programada.
– Los aparatos eléctricos como la televisión, el ordenador, cargadores de teléfono, etc. no consumen electricidad cuando están enchufados pero no se están usando
Falso: algunos aparatos eléctricos consumen energía aunque no se estén utilizando, es lo que se denomina dejarlos en espera o en standby. En concreto, esta práctica supone el 7% del gasto eléctrico anual en una vivienda.
– Es más barato poner la lavadora o el lavavajillas por la noche
Depende: los consumidores que cuenten con una tarifa de discriminación horaria pagarán menos si utilizan sus aparatos eléctricos en las “horas valle” que van de las 22.00 a las 12.00 horas en invierno y de las 23.00 a 13.00 horas en verano. Los consumidores que no cuenten con este tipo de tarifa pagarán lo mismo por el día que por la noche.
– La vitrocerámica consume menos energía que la cocina de gas
Falso: aunque es una creencia extendida, lo cierto es que la vitrocerámica consume hasta cuatro veces más que una cocina de gas.
– Dejar una computadora encendida consume menos que apagarla y encenderlo de nuevo
Falso: si la dejamos encendido, por ejemplo, durante toda la noche, el gasto será superior a apagarla y encenderla de nuevo por la mañana. De igual modo, dejarla el salvapantallas o en modo suspender, también implica un consumo energético, por lo que si vamos a estar varias horas sin utilizarlo, lo mejor es apagarlo y desenchufarlo.
– Dejar la luz de un fluorescente encendida por un corto periodo de tiempo es más barato que apagarla y volverla a encender cuando la necesitemos.
Depende: si el intervalo de tiempo es inferior a 20 minutos sí puede ser mejor dejar la luz encendida, ya que los tubos fluorescentes acortan su vida con cada encendido, pero esto sólo compensa si se va a volver a encender en un corto periodo de tiempo.
Fuente: Un extracto de una publicación de www.kelisto.es.