[:es]La temperatura de color es un parámetro de la iluminación que usualmente pasa desapercibido. La iluminacion LED tiene una variedad de temperaturas de color y en esta página le comentamos qué es este parámetro y cómo puede escoger el apropiado para su situación.
La temperatura de color de una fuente de luz se define comparando el color de ésta con el color de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a una temperatura determinada.
Es por esto que la temperatura de color se expresa en grados kelvin, a pesar de no ser una medida de temperatura en realidad.
Generalmente no es fácil diferenciar las temperaturas de color a simple vista, sino mediante la comparación directa de luces distintas.
A medida un cuerpo se calienta, va emitiendo energía en distintas longitudes de onda. En cierto momento comenzará a emitir energía en luz visible, en un color rojo oscuro, si se sigue aumentando la temperatura, irá sumando (cambiando) colores, hasta que a una temperatura de unos 6000°K emitirá todo el espectro visible, consiguiendo luz blanca.
La temperatura de color de una fuente de luz puede estar en función de su temperatura (focos incandescentes), de los gases que la componen (focos fluorescentes), u otros factores (tecnología LED).
Iluminación de interiores
La temperatura de color puede ser un parámetro a tomar en cuenta en la elección de la lámpara o foco adecuado para entornos domésticos, comerciales o industriales. La iluminación LED tiene la ventaja de ofrecer una gran variedad de temperaturas de color. Pero, ¿en qué usos se destaca cada temperatura de color?
Usualmente se usan temperaturas de 2800K, 3500K cuando se desea generar un ambiente confortable y cálido incluso con baja iluminancia, como es el caso de habitaciones, restaurantes, hoteles, etc.
En tiendas comerciales es conveniente instalar lámparas o focos con temperatura de color de alrededor de los 4000K, con mayores niveles de iluminancia.
En entornos donde se desee un buen rendimiento de color, o donde se necesite trabajo visual intenso y concentración, se aconsejan temperaturas de color de 5600K-6500K.
Además, otro parámetro que guarda cierta rellación con la temperatura de color es el nivel de iluminación (iluminancia). Si existe una iluminancia baja, con temperaturas de color altas, la luz resulta fría en interiores. Si la iluminancia es alta, la percepción se torna más agradable al observador. Para niveles de iluminancia bajos, son preferibles temperaturas de color bajas, y para temperaturas de color altas, se prefieren niveles de iluminancia altos.
Existe una gráfica llamada Curvas de Kruithof con ejes de iluminancia y temperatura de color. Las curvas delimitan las zonas donde la iluminación a esa temperatura de color, con esa intensidad, es agradable para el observador. Estas curvas fueron empíricamente trazadas y pueden servir de guía al realizar el diseño e instalación de sistemas de iluminación.
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