¿Ha notado cómo, al mirar el cielo nocturno, es difícil divisar las estrellas cuando se está en la ciudad? La causa de esto es la contaminación lumínica, que es el exceso de iluminación artificial en direcciones innecesarias para la realización de las actividades previstas en la zona iluminada (en este caso iluminar el cielo nocturno es innecesario para poder caminar por una avenida)
La instalación de luminarias LED en el alumbrado público es una forma de frenar esta contaminación. Esto es debido a que la luz de las luminarias LED es direccional, es decir iluminan la zona que se desea, sin dejar escapar flujo luminoso hacia el cielo.
Es una tecnología eficiente, logra ahorros energéticos importantes sin perder la cantidad y la calidad de la luz. Se puede tener un control óptico muy preciso en esta tecnología, permitiendo diseñar luminarias que obtengan niveles de lux en las superficies deseadas.
Declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Año Internacional de la Luz y las Tecnologías basadas en la Luz, el 2015 tiene como uno de sus objetivos promover la importancia de la tecnología de iluminación en el desarrollo sostenible.
Además, la tecnología LED reduce enormemente los costos de mantenimiento y tiene una vida útil superior a las 30.000 horas de uso, mayor que las luminarias convencionales.
Otros factores
Pero reducir la contaminación lumínica también requiere de buenas prácticas en las publicidades de las ciudades. La manera en que se iluminan los rótulos comerciales en las ciudades y carreteras influye en la contaminación lumínica. Una iluminación apropiada debería minimizar la luz que se proyecta hacia arriba.
Estas buenas prácticas pueden evitar la emisión de luz directa a la atmósfera, donde no es necesaria ni para la seguridad, ni para la iluminación, ni para la visibilidad, y fomentar el ahorro energético.
Fuente: El Nuevo Diario